Todo lo que necesitas saber sobre el labial rojo.

El color rojo en los labios, amado y odiado a partes iguales, hoy os voy a contar un poco sobre su creación, consejos de cómo llevarlo y por supuesto, su significado a lo largo de la historia.

Historia del rojo de labios.

Se cuenta, que el concepto de maquillar los labios data de 5000 años antes de Cristo, en la civilización Mesopotámica. Pero no fue hasta la época Egipcia que comienza a documentarse su existencia, y como no podía ser de otra manera, fue la propia Cleopatra la que rompió con las reglas o más bien con la fórmula que se utilizaba hasta entonces, dejando de usar Yodo, Bromo en su composición y sustituyéndolos por huevos de hormiga, escamas de pez y escarabajo. Creando una fórmula bastante menos tóxica que la anterior.

Ya teníamos la primera tendencia de maquillaje de la historia, que por supuesto fue replicada por griegos y romanos, aunque dando una perspectiva opuesta, ya que el labial rojo en Grecia era utilizado por mujeres de «vida alegre» y, por el contrario, en Roma se usaba por las mujeres de la alta sociedad y la nobleza.

No sería hasta el 900 D.C. Cuando el Andalusí  Abu-Al Qasim al- Zahrawi crea la barra de labios, tal y como la conocemos hoy, como un cilindro sólido a base de ceras y pigmentos.

Antes de continuar tengo que hacer una parada en Asia, ya que, aunque no se conoce bien desde cuando se empezó a utilizar en Japón, el rojo de labios, sabemos que es algo muy ligado a su cultura. Las Geishas son el máximo exponente, pero se sabe que, debido al simbolismo del color rojo en esta cultura, hasta los guerreros lo llevaban en el campo de batalla.

Volviendo a Europa nos encontramos que, en la edad media, la iglesia considera que el maquillaje era pecado, y por lo tanto, queda relegado a todo aquel que vivía al margen de dichas normas, pues serían los Islámicos los únicos que seguían comercializando con maquillaje, y por supuesto con labiales rojos.

Isabel I de Inglaterra, Fue la primera reina que puso de moda el maquillaje, todo el mundo quería su look, de piel pálida y labio rojo. Era tal la fascinación que no solo se pensaba que esto rejuvenecía, si no que evitaba la muerte. Cosa que se resulto ser todo lo contrario, por la toxicidad en sus ingredientes.

Pasaron los años y en 1650 el Inglés Tomas Hall llevo al parlamento la idea de prohibir el maquillaje de labios, tal fue su poder, que en 1700 en Inglaterra se creó una ley anti-maquillaje. Y sería María Antonieta la que volvió a ponerlo de moda. Y de nuevo, los franceses después de su revolución son los encargados de volver a demonizarlo.

Pues bien, ya tenemos de vuelta los labiales rojos a una posición de segunda y desde que a finales del siglo XIX, Gerlain comenzó a producirlos en serie, retomaron protagonismo y comenzaron ha coprotagonizar la historia junto a muchas mujeres que lo han convertido en el icono que es hoy.

• Sarah Bernhardt, la actriz francesa que comienza a sacarlo del puro ámbito del espectáculo, y por lo tanto, retira la mala fama que su uso tenía.

• Elizabeth Arden, la estadounidense que a partir de 1910 lo utilizó como símbolo del sufragismo femenino, ya que maquillo el labio de todas las mujeres que se manifestaban con su tono «rojo victoria”.

• Rita Hayworth, Que lo utilizó como reivindicación del poder femenino en la segunda guerra mundial.

En el siglo XX el rojo sirve de indicador de la salud económica de los países y a día de hoy las marcas luchan por posicionar sus rojos de labios haciéndolos icónicos.

Como veis la historia nunca ha estado de acuerdo en dar un lugar al rojo de labios, en unas épocas se ha considerado algo pecaminoso y solo usado por gente de mal vivir que solo por su uso te podía llevar al infierno, en otras épocas algo exclusivo de la alta sociedad solo al alcance de unos pocos y sinónimo de elegancia y sofisticación, y en otras como símbolo reivindicativo de la lucha social de clases, feminismo y empoderamiento.

Y todas estas cosas aún siguen en el imaginario colectivo dándole al rojo un simbolismo tan brutal y paradigmático que cada persona ve en él, lo que quiere ver.

Bien, pues ya sabemos de dónde viene este producto de maquillaje tan básico y representativo, pero esto no significa que hoy en día sea el producto más democrático del mundo, ya que como os decía al principio, tiene la misma cantidad de amantes, como de detractoras.

Como elegir el tono de rojo perfecto.

Las apasionadas de estas barras, creo que ya tienen información más que suficiente, pero si por el contrario, eres de las que no lo utilizan y te gustaría hacerlo, ahora viene cuando os cuento cuál es el tipo de rojo que mejor te sienta y cómo aplicarlo.

Dejando a un lado lo obvio y la información básica, que puedes encontrar en cualquier blog, (tonos cálidos, para pieles cálidas y fríos, para pieles frías) voy a darte diferentes consejos de aplicación y opciones de qué rojo llevar.

El color rojo es de los colores más versátiles que existen, ya que en función de los subtonos con los que se formule varía entre un tono cálido o frío.

• Si en su composición el subtono dominante es azul, obviamente combinará mucho mejor si tu piel tiene subtono frío. Pero no lo desestimes si eres cálida, puesto que los rojos azulados suelen ser más intensos y profundos y siempre aportan más elegancia y sofisticación, siendo perfectos para eventos de noche o en los cuales se requiera un vestido largo. Incluso si queremos llevar nuestro look a algo más roquero, grounge o gótico, estos tonos intensos cercanos al granate son ideales para contextualizar este estilo. Además de que crean la ilusión de blanquear nuestros dientes.

• Si por el contrario, el rojo está compuesto mayormente por subtonos amarillos, combinará perfecto con pieles cálidas, pero estos tonos que casi rozan el naranja tienden a dulcificar nuestro look. Perfectos para llevar durante el día o en las estaciones del año más calurosas como el verano y la primavera.

Si tu piel se broncea mucho o eres de raza negra, ten por cuenta que estos colores harán que tus labios sean el centro de atención de tu maquillaje, con lo que no te lo recomiendo si quieres pasar desapercibida.

• Rojos rosados, no son un subtono como tal, ya que casi no los ubicaríamos dentro de la gama de los rojos, pero hoy en día son una solución perfecta cuando quieres coquetear con el mítico labio rojo, sin meterte hasta el cuello en esta tendencia.

• Rojos neutros, se dice de ellos que son los perfectos porque sientan bien a todo el mundo y es el que os recomiendo utilizar en el caso de que no os queráis volver locas buscando cuál es vuestro subtono. Es un color comodín, ya que nos vale para día, para noche, para fiesta o para unos vaqueros. Para que os hagáis una idea es el rojo con el que coloreábamos los tejados de las casas cuando éramos pequeños.

Espero que ahora tengáis más claro cuál es el tono que mejor os sienta, pero la siguiente pregunta es… ¿Cómo me lo aplico?

• Nivel experta: llevas rojo todos los días, para ti es como ponerte los zapatos, con lo que creo que poco te tengo que enseñar.

• Nivel intermedio: solo te aplicas el color rojo cuando tienes un evento de noche.

A sí que permíteme que te recuerde que aplicar corrector en el contorno del labio para anular las discromías, y después perfilar con un lápiz antes de maquillarlo, hará que te dure toda la noche. Ya que solo luces este color en ocasiones especiales al menos que se vea perfecto.

• Nivel novata: te encanta verlo, pero no te atreves a llevarlo.

Esto es como todo en esta vida, hay que ir poco a poco, por eso te diría que no intentes maquillarte el labio de golpe.

Es mucho mejor que los primeros días tomes un poco de la barra con tus dedos y lo apliques a pequeños toques subiendo ligeramente el tono, de esta forma no será un impacto para ti, conseguirás ir viéndote bien con el color de forma progresiva o simplemente usa labiales de muy poca cobertura o gloss.

Bueno, yo creo que ya tenéis suficiente información sobre este color como para tener vuestra propia idea, pero como consejo final os diré tres ocasiones en las cuales debéis usar barra de labios roja.

1. Cuando tengas un mal día y te veas mala cara.
2. Cuando no sepas como maquillarte.
3. Cuando quieras que te escuchen.